lunes, 21 de noviembre de 2011

¡Hoy te espera un milagro!

Cada día tenemos que esperar cosas milagrosas de Dios, creerlas y confesarlas, pedírselas a nuestro Padre bueno. Esperemos con ansias y con expectativas las bendiciones asignadas para hoy. 

Lectura (Dt. 30:15 – Mt. 6:11 – Sl. 118:24) 

¿Sabías que hoy te espera un milagro? 

Nuestro camino en Cristo es un camino hacia arriba, en ascenso, hacia el trono de Dios. Dios estableció los tiempos y las edades para los hombres, esto es, los años, los meses, las semanas y los días y determino junto con ellos una porción de milagros para cada día en particular, y cada uno de estos milagros son sorpresas maravillosas para sus hijos. 

Cada uno de nosotros tiene asignado por el Señor esos tiempos y edades que son una escalera que nos lleva cada día un paso más a la perfección y al propósito eterno de Dios. 

En esta escalera de las edades celestiales existe un milagro por cada escalón y cada día que pasa podemos subir un escalón más y recibir esas sorpresas de Dios. Estos regalos de Dios se manifestarán según su plan y según nuestra necesidad. Leí en cierta oportunidad que el diablo planifica tu día para detenerte y destruirte y es verdad, pero si el diablo hace esto ¿Cuánto más nuestro Padre celestial no tendrá algo planificado para nosotros en este día? No te quedes en el escalón de hoy, ni vuelvas a bajarte de los escalones que ya subiste en tu crecimiento, porque atrás ya no hay bendiciones. 

Muchos hijos del Señor se pierden una cantidad inmensa de bendiciones, lo digo porque yo he sido uno de ellos, por distracciones, afanes, falta de disciplina e incredulidad, pero me he propuesto recuperar todo y no perderme nada más. Jesús dijo: "El pan nuestro de cada día dánoslo hoy", esta palabra no se refiere únicamente a que Dios te dará comida en este día, es mucho más que eso, el pan simboliza una bendición, una provisión y una revelación de Dios. Por lo que HOY te espera algo especial para tu vida. 

Hoy necesitas algo de Dios, porque nuestra vida no consiste solo en comida, sino en palabra y revelación de Dios, si hoy no recibes la bendición de tu padre, te la puedes perder. 

Levántate y reclama la bendición para hoy, esa bendición se manifiesta según tu necesidad y según el plan que el Señor estableció para tu vida, Dios tiene todo planificado para sus hijos, pero sus hijos muchas veces no tienen esto en cuenta y se pierden de la bendición cotidiana. 

Las bendiciones y sorpresas de Dios son muy variadas, quizás es algo que no esperas, que no sabes, que no conoces. ¿Te paso de tener días de agotamiento, de tristeza, de dolor, de peleas y luchas?, pues ya sabes que no importa lo que te venga en esta día, simplemente reclama tu provisión de hoy en oración, el pan nuestro de cada día. Ese pan de Dios suplirá algo que necesitas, algo que Dios te quiere dar hoy, solo dile al Señor: “Padre hoy recibo esa bendición que tienes para mi, suple mis necesidades, sana mis dolencias, dame el milagro que tienes para hoy”. 

Algunos recibirán una revelación de la palabra de Dios, un toque del Espíritu que transformará sus vidas, otros una sanidad, o un contacto de oro, personas que te abrirán puertas, para otros el milagro será una gran idea de lo alto, soluciones, un momento inolvidable con tu familia o amigos, puede ser prosperidad económica, salud, gozo, descanso, ventas en sus negocios, un asenso en el trabajo, paz, felicidad, otros conocerán el amor de sus vida, esa pareja que estabas deseando, y miles de otras cosas más preparadas para nosotros según la necesidad. 

Solo debes ejecutar por la fe y la oración el milagro que Dios tiene hoy para vos, no te lo pierdas, avanza un paso más, sube el escalón que tienes para hoy. 

Cada día tenemos que esperar cosas milagrosas de Dios, creerlas y confesarlas, pedírselas a nuestro Padre bueno. Esperemos con ansias y con expectativas las bendiciones asignadas para hoy, porque nuestro Dios es un Dios de sorpresas, si lo crees te aseguro que hoy será un día muy especial. 

Muchos hemos pasado días malos y nos hemos acostumbrado a esperar un día difícil, pesado, pero es tiempo de cambiar esa mentalidad y comenzar a desatar todo lo que en el cielo está listo para derramarse, eso que esperas, eso que necesitas, Dios ordena nuestros pasos, tus sueños están más cerca que ayer, se va armando un rompecabezas y nuestra vida va tomando otra forma cada día. No te resignes al pesimismo, a la queja o a la incredulidad, a partir de hoy recuerda esperar sorpresas del Señor y pedirle en fe ¡¡que sea desatada esa bendición y ese milagro que te está esperando para hoy!!. 

“Éste es el día en que el SEÑOR actuó; regocijémonos y alegrémonos en él”. Salmos 118:24 - “Danos cada día nuestro pan cotidiano” Lucas 11:3

AUTOR: Esteban correa

viernes, 18 de noviembre de 2011

La trampa del desánimo: Cómo vencer el desánimo?

dios te libera

Vivir en el desánimo divide a la mente, haciendo difícil concentrarse en algo que no sea nuestro dolor. 


HABACUC 1.2 ¿Se siente usted atrapado por el desánimo? Si es así, no es el único. En algún momento, todos experimentamos algún tipo de desilusión. La frustración es la reacción inicial normal. 

Pero si le permite que permanezca durante mucho tiempo, puede convertirse en desánimo. Cuando es así, no hay ninguna sensación de gozo o alegría, no importa lo que usted haga. 

Las circunstancias que desencadenan estas emociones pueden ser inevitables, pero nuestra manera de responder la decidimos nosotros. 

Podemos dejar que la tristeza abrume nuestras almas, o enfrentar la situación con valentía y someterla a Aquel que puede ayudarnos. 

Vivir en el desánimo divide a la mente, haciendo difícil concentrarse en algo que no sea nuestro dolor. Entonces la ira se convierte en habitual, y buscamos a alguien a quien culpar —ya sea a Dios, a las personas a nuestro alrededor, o a nosotros mismos. 

La frustración que no se maneja bien puede convertirse en depresión, lo que a su vez puede alejarnos de los demás —la gente no disfruta de la compañía de alguien amargado y derrotado. Este aislamiento conduce a baja autoestima. Por último, podemos tomar decisiones equivocadas basadas en nuestras emociones, en vez de la verdad. Obviamente, elegir esta actitud autodestructiva no es lo que Dios quiere para nuestras vidas. 

Aunque todos enfrentaremos el desánimo, no debemos regodearnos en él. En vez de eso, Dios quiere que le confiemos todo, aun nuestras expectativas no satisfechas y las tristezas más profundas. Recuerde que hay un propósito divino en todo lo que Él permite que toque las vidas de sus hijos (Ro 8.28). 

Cómo vencer el desánimo 

NEHEMÍAS 2.1-8 

El desánimo puede robar la paz, la alegría y el contentamiento. Pero le tengo una gran noticia si se siente desanimado: ¡usted no tiene que seguir así! 

He conocido personas que parecían estar en una situación irremediable. Pero unos años más tarde, estaban en una situación excelente, ya fuera en términos de sus circunstancias o de sus emociones. ¿La razón? Nunca se dieron por vencidas. En vez de entregarse a la autocompasión, optaron por creerle a Dios, dar un paso de fe, y salir del foso emocional. 

Nehemías es un buen ejemplo. Tenía todas las razones para sentirse derrotado, pues su gente estaba en aprietos. Después de recibir la noticia de que el muro de la ciudad estaba destruido, este varón de Dios se sintió profundamente triste y desanimado. Y aunque el dolor inundaba su alma, clamó a Dios buscando su dirección. 

La tristeza en la presencia del rey se castigaba con la muerte. Pero el Señor contestó la oración de Nehemías con un poder grandioso, lo que llevó al rey a notar el semblante triste de su siervo, y a preguntarle después qué podía él hacer para ayudarlo. Este milagro dio lugar a la reconstrucción del muro y a la liberación del pueblo de Dios. El Señor puede tomar una situación irremediable, sea cual sea, y cambiarla de maneras mucho más maravillosas de lo que usted pueda imaginar. 

¿Vive usted en una espera ansiosa de lo que el Señor hará? ¿O ha decidido permanecer en las profundidades de la desesperación? Al igual que Nehemías, convierta su desánimo en una petición de ayuda a Dios. Él puede renovar sus esperanzas y evitar que las emociones negativas dominen su vida. 


AUTOR: Charles Stanley

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Orad sin cesar” 1 Tesalonicenses 5:17



A muchas la palabra oración les suena a religiosidad, mas a mí personalmente me suena a comunión. Un cristiano que no ora es un cristiano desconectado de la sintonía del Señor. 

Y es que orar es vital no solo para nuestra vida espiritual, sino para la relación personal que tenemos para con Dios, ¿Cómo tu serias amigo de alguien al cual no frecuentas o con quien no hablas muy seguido?, es difícil entablar una amistad genuina sin tener contacto frecuente con alguien. Dios quiere ser nuestro amigo, de hecho El está dispuesto a ser nuestro mejor Amigo, ese que nunca nos falla, ese que quiere lo mejor para nosotros, ese que siempre tendrá un momento para abrazarnos y hacernos sentir queridos, ese Amigo al cual no le encontraremos ningún defecto y al cual si ponemos nuestros ojos en El, jamás seremos defraudados. 

Dios quiere ser tu amigo, pero hay algo en ti, y es que has dejado de orar, has dejado de comunicarte con El, has permitido que el cansancio u otras actividades le quiten el tiempo que tenias disponible para hablar con Él. ¿Qué pasa?, ¿Por qué has permitido esto?, ¿No te das cuenta que desde que dejaste de orar, ahora eres más sordo a la voz de Dios? 

Hay muchas personas que creen que Dios se ha apartado de ellos, que Dios se ha alejado o simplemente los ha abandonado, pero la realidad es que para sentir al Señor, para escuchar su dulce voz en nuestras vidas, tenemos que mantener una verdadera comunión personal, es decir una comunicación continua con El, no hay otra forma de sentir al Señor que buscándolo.

Quizá poco a poco fuiste dejando de orar, de hablar con Él, de expresarle lo que sentías, de comentarle tu vida y todo eso fue haciendo en ti que el viejo hombre o la vieja mujer aflorara nuevamente en tu vida. 

Hoy te encuentras en una encrucijada en donde te haces miles de preguntas, del porque esto, del porque esto otro, pero hoy te pregunto a ti: ¿Por qué has dejado de orar? 

¿Por los problemas?, ¿Por la crisis que estas experimentando?, ¿La enfermedad?, ¿Tu familia?, ¿El pecado?, ¿Qué excusa pondrás hoy? 

Si cada uno de nosotros comprendiera la importancia de la oración en nuestra vida, creo que fueras más que victoriosos en todas las áreas o por lo menos el enemigo no ganaría ventaja sobre nosotros. Lastimosamente muchos dejan de orar cuando la crisis aparece, cuando la enfermedad hace acto de presencia, cuando la escases llega a tu vida o cuando simplemente el pecado te hace sentir indigno de llegar delante de la presencia de Dios. 

¡Qué equivocados estamos!, ¡Estamos haciendo lo contrario!, si cuando la crisis viene, cuando la enfermedad se presenta, cuando la escases toca a la puerta y el pecado aflora, es CUANDO MAS DEBERIAS BUSCAR DEL SEÑOR. ¡A quien iremos si solo El tiene Palabras de Vida Eterna!, porque ¡Separados de Él, nada podemos hacer!, entonces: ¿Por qué has dejado de orar? 

¡Ve!, y restaura tu vida de oración con el Señor, comienza a partir de este día a buscarlo, a hablar con Él, eso es orar, orar no es nada más ni nada menos que hablar con Dios como hablas con tu mejor amigo, no tienes que decirle palabras de diccionario, El te entiende con tu lenguaje propio, con tu forma de ser, con las palabras más sencillas que de tu boca salen, El solo necesita que le hables, El quiere escucharte, quiere platicar contigo, quiere que le cuentes como esta tu vida a pesar que lo sabe, pero quiere escucharlo de ti, El quiere ver la actitud que tienes frente a lo que estas pasando, si realmente lo quieres buscar o simplemente permites que las circunstancias de la vida te alejen de Él, ¡Ve y habla con El! 

Hoy es un lindo día en donde podemos comenzar a restaurar ese altar de oración en nuestra vida, esos momentos que antes dedicábamos para El, en donde le cantábamos, en donde le hablábamos y en donde sentíamos en nuestro corazón como El escuchaba y daba paz a nuestra vida. 

Dios quiere escucharte, El ha estado por muchos días esperándote, tu sabes que lo necesitas, tu sabes que lo que estás viviendo no lo podrás superar solo o sola, por tal razón ve delante de tu Padre Celestial y habla con El, es tiempo de restaurar la comunicación con Dios para estar en sintonía con El. 

¿Por qué has dejado de orar? ¡Ve y restaura tu comunión personal con el Señor! 

Autor: Enrique Monterroza


jueves, 10 de noviembre de 2011

Dios es la fuente de alegría

Cada día, usted puede determinar si va a vivir alegre o triste. No deje que decidan por usted. 

El Salmo 118:24 dice:"Este es el día que hizo el Señor, me gozaré y me alegraré en él". Podemos vivir cada día con gozo y alegría. Definitivamente, no hay nada más triste que un cristiano triste. Usted y yo tenemos el poder de Jesucristo viviendo dentro de nosotros, la sangre de Jesús que nos cubre, nos lava y nos limpia, el Espíritu Santo que nos acompaña y la Palabra de Dios que nos enseña. Por lo tanto, tenemos razones suficientes para gozarnos y alegrarnos todos los días. 

Cada día, usted puede determinar si va a vivir alegre o triste. La alegría no depende de las circunstancias que nos rodean, sino que es una fuente que Dios pone en cada uno de nosotros.

No importa lo que usted esté viviendo, ni lo que le hayan dicho los doctores, usted puede gozarse el día de hoy, porque "este es el día que hizo el Señor". 

Los doctores no tienen la última palabra. El único que tiene la última palabra es el Rey de reyes y Señor de señores. No se preocupe usted por el día de mañana. Jesucristo dijo en Mateo 6:33 "No se preocupen por el día de mañana, porque mañana habrá tiempo para preocuparse". Cada día—dice Jesús—tiene bastante con sus propios problemas. Sin embargo, Jesús no dijo, "desentiéndanse del mañana", más bien lo que quiso decir fue: "Disfrute y goce el día de hoy". 

Él no está diciendo que se olviden del día de mañana, sino que no se preocupen por el mañana. Recuerde que las decisiones que usted tome hoy, afectarán el día de mañana. Por eso, gócese el día de hoy, y cuando llegue mañana, las cosas van a estar arregladas. 

Le quiero sugerir a usted este estilo de vida. Ponga un ojo sobre el día de mañana, pero mientras se goza en el día de hoy. Si usted quiere un carro nuevo, ponga el ojo en ese carro nuevo, pero, mientras tanto, gócese la carcacha que pueda tener el día de hoy. Muchos están tan preocupados por mañana que no se gozan el día de hoy. Quizás usted diga: "¿Y qué hago con mis problemas?". Cristo Jesús dijo: "En el mundo tendrás aflicciones (problemas)". Sin embargo, también dijo: "Pero confiad porque yo he vencido al mundo". 

Tenemos un Cristo que venció el mal, venció al diablo en la cruz del calvario, así que usted no tiene que preocuparse porque Cristo llevó nuestras preocupaciones. 

Filipenses 4:6 dice: "Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios, en toda oración y ruego con acción de gracias". Por lo tanto, no se afane. Jesucristo dijo en Mateo 6:31: "En todo caso, por mucho que uno se preocupe, ¿cómo podrá prolongar su vida ni siquiera una hora?". 

Aunque usted se preocupe mucho, hay cosas que no podrá cambiar. Los desafíos no se van sólo porque usted se preocupa. Si nada más con preocuparnos se irían los desafíos y los problemas, a muchos de nosotros se nos hubieran ido los problemas hace mucho tiempo atrás. 

Hay mucha gente que se preocupa cuando no tiene de qué preocuparse. Se ponen nerviosos cuando no han tenido una crisis. Dijo Jesús en Mateo 6:27: "¿Y quién de vosotros, por mucho que se afane, puede añadir a su estatura una medida?". Y quizás usted diga: "Pero entonces, ¿qué hacemos con los afanes, las necesidades y nuestras preocupaciones?". Llévelos a los pies de Jesús. La Biblia dice que Él puede con nuestras necesidades. 

Primera de Pedro 5:7 dice: "Echando toda nuestra ansiedad sobre Jesús, porque Él tiene cuidado de nosotros". Él tiene cuidado de usted. Eche sus ansiedades sobre Jesús. Recuerde lo que dice Filipenses 4:6: "Sean conocidas sus peticiones delante de Dios en toda oración y ruego". 

Cuando usted tenga una preocupación, en lugar de ir y divulgarlo, lleve esa preocupación a los pies de Jesús. Yo le aseguro que si usted se toma el tiempo de llevarle su problema a los pies de Jesús, El tomará sus cargas, y le dará fuerzas, ánimo y nuevo gozo. 

Hay una decisión que usted debe tomar. No deje que el diablo, ni su jefe, ni su vecino decidan por usted. Diga como en el Salmo 118: "Este es el día que hizo el Señor, me alegraré y me gozaré en él".

martes, 8 de noviembre de 2011

No estamos solos en la aflicción

Por Cash Luna

Imitemos la actitud del Señor y no veamos la aflicción sino el triunfo que podemos lograr en Cristo Jesús.

En Juan 16:32-33 Jesús dice: He aquí la hora viene, y ha venido ya, en que seréis esparcidos cada uno por su lado, y me dejaréis solo; mas no estoy solo, porque el Padre está conmigo. 

Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.

Jesús estaba consciente que en algún momento de su vida se quedaría sin la compañía de los discípulos y otras personas, pero realmente no estaría solo porque el Padre siempre lo acompañaría.

 A veces sentimos que estamos sin compañía, nuestros padres, hijos y amigos nos abandonan o simplemente no sentimos su presencia pero no estamos realmente solos porque el Padre está con nosotros.  No debes ver lo que pierdes sino lo que sigues teniendo.  

Si te lamentas y dices: “ni el Chapulín Colorado puede defenderme”, significa que no te has dado cuenta que tienes el consuelo de tu Padre que nunca te abandona. Jesús nos hace ver esto para que tengamos paz.

Imitemos la actitud del Señor y no veamos la aflicción sino el triunfo que podemos lograr en Cristo Jesús. En la vida tendremos aflicciones por hacer lo malo y por hacer lo bueno. Eso es inevitable.

 La vida en Cristo es difícil pero sin Él es imposible. Podremos tener aflicción por fumar y también por dejar de hacerlo, por hacer negocios lícitos o por hacer trampas, por decir la verdad o seguir mintiendo, por dejar a la amante o tener una doble vida. La aflicción es segura, la cuestión es elegir tenerla por la razón correcta. Los inteligentes hemos escogido tener aflicciones por hacer lo bueno porque lo malo, además de afligirnos nos lleva al infierno.

El apóstol Pablo nos recuerda en Romanos 8:16-18: El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados. Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse.

Esta Palabra nos alienta al recordar que no todo es padecimiento porque también seremos glorificados. ¿Lo ves? En la vida hay que sumar y restar ya que la ganancia es la diferencia entre lo malo y lo bueno. Si no hubiera algo malo, no podríamos ver lo bueno. Pablo habla como Jesús porque piensa en lo negativo pero al final prevalece lo positivo, la compañía del Padre, la gloria venidera. Pon tus ojos en la promesa del futuro que viene porque hay una gloria que se manifestará en nosotros.

 Tú decides lo que ves en la vida y debes descubrir que jamás serás fortalecido si pones atención a  la debilidad y no te enfocas en la promesa. Cuando estás pasando una dificultad no preguntes por qué te pasa sino por qué no habría de sucederte.

No blasfemes preguntando la razón por la que afrontas problemas ya que el mismo Hijo de Dios tuvo que enfrentarlos. Si cuestionas lo malo, también deberías cuestionar cuando te sucede algo bueno, pero no lo haces. Si algo positivo viene, no preguntas, simplemente lo tomas. Esa también debe ser la actitud frente a lo negativo, tomarlo y procurar salir fortalecido de la prueba.

Recuerda que todo es un balance. Para ver el día debemos pasar por la noche, para disfrutar del verano hay que sobrevivir el invierno, para cosechar primero debemos sembrar. No te quejes cuando pases una época difícil. Pon tu esperanza en el Señor que nunca te abandona.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

LO QUE EL DINERO NO PUEDE COMPRAR

LO QUE NO SE COMPRA CON DINERO:
CON DINERO SE COMPRA:


Placer, pero no el amor. 

Un esclavo, pero no un amigo. 

Una mujer, pero no una esposa. 

Una casa, pero no un hogar. 

Alimentos, pero no apetito. 

Medicinas, pero no la salud. 

Diplomas, pero no la cultura. 

Libros, pero no la inteligencia. 

Escuela, pero no la educación. 

Tranquilizantes, pero no la paz. 

La indulgencia, pero no el perdón. 

La tierra, pero no el cielo. 

Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición, porque raíz de todos los males es el amor al dinero. (1ra. Timoteo 6: 6-10)

Tú puedes tener todo el dinero que quieras, eso no es pecado. Tu error esta en amar mas al dinero que la salvación de tu alma. Acepta a Cristo y guarda su palabra y tendrás vida eterna aunque tengas riquezas, Cristo te ama y quiere salvar tu alma. 

Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aun pecadores, Cristo murió por nosotros. (Romanos 5:8)

“Porque de tal manera amo Dios al mundo, que ha dado a su hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda mas tenga vida eterna”. (Juan 3:16).